Hoy es 12 de octubre y en las Américas (AKA de México para abajo) se conmemora el Día de la Raza. En Pan Marketing se abrió el debate: ¿tenemos algo que celebrar?
Cristóbal Colón desembarcó en las Bahamas el 12 de octubre de 1492. Él creyó que había llegado a la India y hasta el día de su muerte siguió convencido de que así había sido. Terco, pues.
Para 1917 José Vasconcelos tuvo la iniciativa de celebrar el sincretismo cultural; fue hasta 1929 que nuestro Congreso aprobó la fecha como fiesta nacional. Y se regó la pólvora. Eran otros tiempos. Pero hoy varios países tienen este día como importante en sus calendarios. También se hicieron estatuas, glorietas y avenidas con el nombre de Colón o de La raza. Es decir, no negamos que llegaron.
No negamos que nos colonizaron, esto es: se acostaron con indígenas a la fuerza o con consentimiento, nos enfermaron, nos cambiaron el idioma, la religión y se llevaron nuestro oro, nuestra plata, nuestro chocolate, y muchas frutas y verduras más.
El resultado lo vemos a diario. Caminamos con una piel tirándole a blanca una buena parte de la población, hablamos español, escuchamos Héroes del silencio.
¿Qué habría pasado si no nos hubieran colonizado los españoles? Nos hubieran colonizado los portugueses o quizá los británicos. Pero por las dinámicas de expansión monárquica, íbamos a terminar colonizados.
Uno no elige quién lo roba. Nos tocaron los españoles. Y si bien se homogeneizó cierta narrativa cultural, es igual de cierto que hoy en día conservamos 68 lenguas indígenas en México, Oaxaca sigue manejándose por Usos y costumbres, y mucho de nuestro territorio no está a la venta para hacer fraccionamientos urbanos porque es tierra que se administra en comunidad. (No vamos a hablar aquí del nombrado Tren Maya).
Lo mejor de México sigue siendo su territorio, su suelo fértil, su clima, sus playas, su rica fauna. Nos quedan las pirámides, los asentamientos que no lograron tapar, los alimentos únicos.
México existe a pesar de la colonización. Sí, cambió el rumbo de nuestra historia. ¿La enriqueció? No sabemos. Es sólo diferente.
En los últimos años este día se ha convertido más en una jornada de reflexión y reivindicación de los pueblos originarios. Hay deudas que nadie va a pagar.
¿Qué nos queda? Seguir avanzando. Creando mejores condiciones para los que vivimos en este país, respetando formas de vida, de hablar, de vestir, de creer. ¿Tú qué opinas sobre nuestra colonización?